El sedentarismo o falta de activación física, unido a una mala alimentación son un gran problema en nuestra sociedad, es por ello que se propone encontrar una balance entre la ingesta adecuada de alimentos y ejercitarse lo necesario para así obtener mejores resultados en la pérdida de peso, ya que de esta manera se sentirá más motivado física, psicológica y emocionalmente y controlará o evitará complicaciones y enfermedades a largo plazo.
Es importante mencionar que lo que funciona en otras personas, refiriéndonos a temas de alimentación y ejercicio, puede o no, servirnos a nosotros, esto depende de diversos factores: enfermedades/ lesiones que dificulten la realización del tipo de ejercicio, edad, espacios al aire libre o en casa, acceso a alimentos, economía, entre otros puntos. Debemos de considerar la guía de un profesional de la salud que nos oriente adecuadamente acerca de qué tipo de ejercicio o plan de alimentación debemos seguir dependiendo de nuestras condiciones de salud.
Por el contrario, si tenemos la motivación y tomamos la decisión por nosotros mismos en cuanto a alimentación y ejercicio y no se realiza de manera adecuada, vendrán consecuencias que pueden llegar a afectarnos a largo plazo, por ejemplo, deshidratación, lesiones de moderadas a severas.
Una vez que ha comenzado a modificar hábitos de alimentación y poco a poco se ejercita, podrá notar disminución de peso y una mejora en su rendimiento a lo largo del día, por ejemplo, se cansará menos, su respiración va a mejorar, se sentirá menos fatigado (a). Al principio le sonará difícil o casi imposible, pero con el tiempo, paciencia y perseverancia, su cuerpo se lo agradecerá.
Comments